viernes, 14 de agosto de 2009

Sin Sello





Durante años tuve la absurda idea de llegar virgen al matrimonio. Tan fija tenia esa idea que lo conseguí.

No te puedes imaginar mi frustración e impotencia, cuando aquella noche, en aquella cama desde donde veía el vestido de novia blanco y hermoso que me acababa de quitar, mis zapatos, el velo y la corona…pensé “Esto es horrible!!”

Nadie nos prepara en verdad para esa primera experiencia sexual. Entiendo que cada cuerpo es distinto y que no es lo mismo hacerlo en el asiento trasero de un auto, a hacerlo con todas las de la ley en un hotel, con el permiso de la sociedad ( que cosa tan mas estúpida, pero ok, asi se dice) que intervienen muchos factores, pero seamos honestos, un porcentaje por demás alto de las mujeres coincidimos en que esa primera vez es sumamente incomoda y dolorosa.

Si a eso le añades que mi primera vez fue con una persona que también lo hacia por primera vez y aparte que lo hacia mas por probar la sexualidad completa que por amor…entonces entenderas porque para mi fue una experiencia muy desagradable.

Aquella noche, recuerdo que incluso una película porno estaba prendida en la habiatacion, en el momento que yo perdia lo que siempre considere como un sello de garantía, ah que inocente y tonta era en aquel tiempo.

Durante todo un terrible mes, cada que le veía acercarse con intenciones eroticas, me volteaba y cerraba los ojos pensando “otra vez? Que horror!!”

Varias noches recuerdo haberme sentado a llorar pensando que algo estaba defectuoso en mi cuerpo, algo debía tener mal yo, porque si no entonces..porque no disfrutaba en lo absoluto?

Ah mis queridas amigas, no cabe duda que la practica hace al maestro. Todo fue que le agarrara el hilo y entendiera como estaba el asunto. Conforme fue pasando el tiempo me empece a dar unas divertidas tremendas (físicamente, porque emocionalmente iba en picada cada vez mas)

Cuando sobrevino el divorcio, el clásico y estúpido miedo que todas exprimentamos, lo vivi…nadie me tomaria en serio por haber sido ya “usada” sexualmente. Bajo esa estúpida..muy estúpida perspectiva me pesque del primero que me ofreció matrimonio ( viéndolo en retrospectiva veo que me sentí aliviada y agradecida porque quisiera algo serio conmigo)

Ahora, años después de todo eso, libre, sana y sobre todo orgullosa de quien soy, me doy cuenta que ciega y que tonta fui. Mi virginidad no era realmente importante, eso no me hacia ni mas ni menos valiosa, el haberme acostado con uno…con dos…o con mas hombres no me hace ni mas…ni menos mujer. La virginidad no era un sello de garantía, porque la vida misma no tiene garantías.

Ahora que puedo tranquilamente desde mi personal y propia perspectiva valorar lo que paso, me doy cuenta que dejé que las creencias generales afectaran mi vida, pero ahora? Ahora? Ahora todo es tan distinto.
Ahora veo que la sexualidad es algo de lo que es importante hablar claramente, sobre todo con gente que sepa y que lo disfrute, porque alguien que no disfruta solo mete mas ideas erróneas en las mentes de por si ya medio afectadas por el miedo.

Sé que mi valor como persona, como mujer, no tiene absolutamente nada que ver con mi experiencia sexual. Mucha, poca o demasiada no cambia quien soy en realidad.

Comprendo que un hombre con una mentalidad cerrada respecto a esto, no es digno de estar en mi vida, porque para atrás? Ni para agarrar impulso

Pero lo mas importante de todo, es que aparte de que me fascina hablar, escribir, aprender y practicar sobre sexualidad, es que entendí que lo mas importante de mi como ser humano no esta entre mis piernas, sino en mi cabeza.
Publicado por: Tinkerbell

1 comentario:

Andy dijo...

este es un tema muy controversial, lo que si es cierto es que los prejuicios que tenemos, no nos permiten vivir o disfrutar de las cosas cuando por su naturaleza son simples y nosotros las complicamos con nuestras ideas absurdas, desafortunadamente y lo digo por mi, vas aprendiendo con el tiempo y quiza dejamos pasar mucho tiempo, al caul ya no podemos regresar y bueno, hacer lo que mejor se pueda en todo.
un beso